🌸 CHICORY - La madre sobre protectora

¿QUÉ NOS DICE LA SIGNATURA DE CHICORY?

Desde la signatura de Chicory (achicoria), podemos apreciar que su profundo color azul va desvaneciéndose hacia un lavanda suave por efecto del agua de la lluvia (las emociones), el color azul representa la tranquilidad, la calma y el equilibrio.  Sus hojas abundantes en la base pero escasas en lo alto del tallo nos indican que sus lazos van disminuyendo con el correr del tiempo llegando casi a desaparecer en la sensación de soledad, de nido vacío.  El tallo hueco y pegajoso es signo de una personalidad que siente un gran vacío existencial y muy apegada. 

De raíces profunda, personalidad muy arraigada a los ancestros.  Sus frutos caen cerca de la planta, junto a ella, nos hace pensar en esa madre que no permite que sus hijos se alejen.
Analizada desde el punto de vista de los aspectos negativos, la persona Chicory son posesivas en exceso y su relación con los demás está basada en el egocentrismo y la manipulación.  

CLASIFICACIÓN DENTRO DEL SISTEMA BACH

Chicory pertenece al grupo de los 12 curadores, las primeras 12 flores que el Dr. Bach identificó y catalogó asociándolas cada una a un signo del zodiaco.  Chicory se asocia a Escorpio, su lección a aprender es la generosidad para amar sin esperar nada a cambio.  Forma parte, además, del grupo de los remedios para la preocupación excesiva por el bienestar de los demás.  Se la relaciona con el 4to chakra, el aire.

¿PARA QUIEN ESTÁ INDICADO CHICORY?

Las personas que necesitan chicory sufren si están solas, consideran un deber que los demás les presten atención.  Se dice que una persona chicory prefiere que la busque la policía antes que no la busque nadie.  El caso típico son los padres  posesivos o los niños que constantemente buscan llamar la atención de forma desmedida.

¿CUAL ES EL ASPECTO POSITIVO DE CHICORY?

La evolución de esta personalidad hacia un estado positivo se advierte cuando son capaces de cuidar a los demás sin mayores intereses, ofreciendo un amor maternal verdadero. Cuando dan sin esperar algo a cambio y cuando permiten que sus seres queridos se desarrollen en su propia vida. Una vez que estas personalidades se sienten seguras de si mismas ya no desgastan energías tratando de asegurarse el amor de los demás.  Se vuelven afectuosos sin manipular y sensibles a las necesidades de los otros.